DEBATE DEBATE

 

Roberto Briceño-León

Laboratório de Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela. Apartado 47795, Caracas 1040-A, Venezuela. rbriceno@dino.conicit.ve.


El autor responde

The author reply

 

 

Quisiera en primer lugar agradecer los comentarios que he recibido sobre mi artículo. Todos, sin excepción, fueron de grata y estimulante lectura. Mi respuesta será más una reacción, un comentario a los comentarios, que una respuesta propiamente dicha. Será así pues en algunos casos no veo que exista una respuesta posible y en otros casos no es necesaria una respuesta, ya que son valiosos aportes a una perspectiva y busqueda común que comparto con los comentaristas.

 

 

¿Es la educación una botella lanzada al mar de la aldea ?

 

En un mundo gobernado por la televisón por satelite e internet, podemos pensar la educación como una tarea superflua; o superflua al menos para quienes aspiran o sueñan con el camio social. No creo que asi lo sea. la educación no es superflua en ningún caso. Quizá no es lo suficientemente eficaz como se deseara; quizá ha sido un engaño en relación a las promesas, pero no pienso que sea banal.

La educación, toda educación, cumple la función primera de reproducir la sociedad, de asegurar su manteniento. La función ideológica conservadora necesaria para toda sociedad, sea esta capitalista o comunista, tradicional o moderna, se ve institucionalizada por la educación (Bourdieu & Passeron, 1970, 1971). Pero, paradójicamente, la educación ofrece las herramientas para el cambio de la sociedad. Por supuesto, la mayor o menor propensión al cambio que pueda expresar la eduación dependerá de los niveles de conflicto o consenso de la sociedad, de la voluntad de los actores o de las imperfecciones del sistema educativo mismo.

La educación no es la tabla de salvación, tampoco es una herramienta despreciable. La realidad cognitiva y conductual que surge de los procesos educativos es muy superior a lo propuesta educativa misma, De allí la dificultad en establecer las relaciones entre educación y desarrollo, entre educación y cambio social, o, entre educación y reproducción de una sociedad (Albornoz, 1992). Es esta una paradoja esencial de los procesos sociales e individuales, donde la realidad supera las determinaciones previas. Nietzche sostenía que el hombre era un ser determinado en sus valores morales y no podía salirse de las cadenas de la determinación moral, pero, paradójicamente su vida misma refutaba esta sentencia (Habermas, 1976). No creo que la educación sea una botella lanzada al mar, aunque tampoco sea la única salida al cambio social, a la salud o al desarrollo. Es una imporante herramienta para orientar el futuro.

 

 

Los cambios en la educacion ciertamente se corresponden con los cambios en la sociedad

 

Lo que estamos viviendo son cambios importantes entre la sociedad y el Estado. Ese no es un fenómeno singular de América Latina, sino del mundo en general. La transición demográfica, los límites del crecimiento económico y el aumento de las conquistas sociales han obligado, y cada día lo harán más, a redefinir el rol del Estado y el de la sociedad civil. Las versiones que esto puede tomar son diversas, por una lado esta la propuesta neoliberal, donde al Estado lo substituye las empresas y el mercado. Por otro, las propuestas incipientes donde el Estado lo substituye una organización más compleja de la sociedad, de las comunidades, de los individuos, de la normativa y el consenso.

Mis "Siete Tesis" se ubican en la perspectiva de un Estado que no puede seguir siendo y sintiendose omnipotente, ignorando al individuo y las comunidades, ignorando los saberes y las organizaciones populares, creyéndose el poseedor de la verdad sanitaria. Pero también rechazan la propuesta de un Estado que se lava las manos y se irresponsabiliza. Consideramos que el Estado que no puede abandonar sus responsabilidades en el campo de salud y las políticas sociales, pero reconocemos su incapacidad de dar respuestas completamente satisfactorias. Si bien fue cierta la frase de Engels según la cual el Estado era la expresión del reconocimiento de la sociedad que tenía conflictos que no podía resolver; uno pudiera decir que los cambios que se dan en la actualidad derivan del reconocimiento de la incapacidad del Estado de resolver innumerables demandas de la sociedad y la obligación y necesidad de la sociedad civil de buscar salidas por sí misma.

 

 

La dificil idea de comunidad y participacion comunitaria

 

Concuerdo con la idea de los difícil que es definir el concepto de comunidad. La sociedades se han hecho más complejas y los grupos sociales o las clases más variadas. Ciertamente, ni la población rural o urbana, ni los pobres o los ricos, son categorías homogéneas. Con la idea de comunidad nosostros queremos señalar, en una dicotomía simple, a la sociedad civil; mostrarla como algo diferente al Estado y su actuación. En este orden de ideas participación comunitaria es entonces la acción de personas e instituciones que son distintas al Estado y sus funcionarios. Dos individuos repartiendo información sobre el dengue o el cólera en una esquina son completamente distintos en su significado social si uno es un empleado pagado por el gobierno y el otro no lo es; la acción es la misma, su sentido social no. La participación es la acción de la sociedad civil, y esto puede ser de personas, familias, organizaciones o empresas. Por eso cuando uno se refiere a participación de la comunidad está refiriédose a estrategias diversas. Pero tienen de comun que son distintas a la acción del Estado y que el Estado puede con su política reprimir o contribuir a una mayor presencia de la sociedad civil. Claro, la sociedad civil también puede reclamar una mayor presencia y acción con independencia de la voluntad política del Estado, y esto es deseable, pero esto requiere un nivel avanzado de organización y conciencia que no se tiene de antemano, pues si se tuviese la situación social sería diferente y no tendríamos porque discutir sobre este asunto.

Para algunos la participación es el triunfo del neoliberalismo, al significar una disminución de la importancia relativa del Estado, para nosotros no es así, es un crecimiento en el poder de la población, de la organización de la sociedad civil, de mayor responsabilidad y poder en manos de la gente, es el posliberalismo.

 

 

Cambios en el sentido de la educacion

 

Compartimos la idea que se requiere de cada vez una mejor formación en las técnicas educativas, pero creemos que esto no es todo. Se requiere de una perspectiva para la educación en la cual todos somos responsables, no solo los educadores. Parafraseando una famosa sentencia uno pudiera decir que así como la salud es demasiado importante para dejárla en manos de los médicos, la educación es demasiado importante para dejarla en manos de los educadores. La educación es un hecho y una responsabilidad de todos.

 

 

Freire: su vision academica y popular

 

Me sorprende que no se sienta la influencia de Paulo Freire en mis Tesis. Pero quizá es así. Lo que no puede aceptar es que se afirme que desconozco la obra de Freire, puesto que no es verdad, ya que le doy gran importancia teórica y lo he utilizado prácticamente. A partir de 1968 participé en el grupo que organizó la más importante experiencia que tuvo lugar en Venezuela para la utilización de la metodología Freire para alfabetización campesina, (Freire, 1969a, 1969b, 1970a), fui uno de los que adaptamos la serie del Concepto Antropológico de Cultura para ser utilizado a nivel urbano en los ranchos, las favelas, de Caracas. En 1970 fundé, junto con otros colegas el Centro de Publicaciones Paulo Freire y, en ese año, importé a Venezuela desde Uruguay los primeros libros de la Pedagogía del Oprimido (Freire, 1970b), el cual ya había leído en una versión mecanografiada en el Icira en Santiado de Chile. Pero entonces, ¿ por qué no se siente su presencia en las Tesis cuando yo creo que sí está? Quizá la diferencia radica en que, para mi, la obra de Freire se ha ubicado siempre fuera de la escuela y de la academia, en una pedagogía y acción no-escolar en el trabajo con los campesinos, con los obreros, los desempleados.

 

 

El conformismo latinoamericano

 

Ciertamente mi idea del conformismo está marcada por la experiencia de la Venezuela rica y petrolera. Pero el conformismo no existe solo en Venezuela, sino en toda América Latina. Y esta idea no quiere desconocer las luchas populares, sino destacar un hecho cultural y de comportamiento que ha sido reportado en numerosos estudios (Memmi, 1968; Jones, 1984; Chaui, 1986). ¿Cuál puede ser el origen de este comportamiento? Hay muchas hipótesis, una de ellas es el fracaso de gran parte de esas luchas populares por la acción del poder. El conformismo podemos entenderlo como una especie de desesperanza aprendida: es decir, de tanto recibir golpes al intentar producir cambios se ha aprendido a conformarse, a no tener esperanzas (Seligman, 1975). Otra interpretación más compleja, y que no puedo desarrollar aquí por razones de espacio, es un sentido valorativo de la vida y de la acumulación diferente. Pero, si asumimos que es la primera posibilidad, una de las labores educativas importantes es devolver a estos grupos la esperanza, y para hacerlo proponemos fomentar la participación de ellos en acciones modestas pero exitosas, para aumentar su confianza y su capacidad de lucha por una vida mejor.

 

 

La investigacion y el conocimiento del receptor

 

Para muchos la investigación es un lujo. Para nosotros es una necesidad y una obligación ética. Coincido con varios de los comentaristas sobre la importancia de conocer al receptor del proceso comunicacional. Es importante incluirlo desde el principio para poder elaborar las políticas educativas. La dificultad es que, como el comportamiento es multicausal y uno no puede investigar todo, nunca puede tener la seguridad que las propuestas sean eficaces. Pero, con todas las limitaciones que sobre nuestro conocimiento debamos reconocer (Popper, 1972), sabiendo que nuestros saberes son limitados y nuestra ignorancia infinita, es posible proponer estrategias que se adecuen a los distintos grupos sociales y que puedan mejorar su participación su responsabilidad y su control del proceso de conservación o recuperación de su salud. Debemos sin embargo admitir que muchas veces la investigación ha sido un lujo académico, alejada de los problemas reales y propios, y más preocupada por los temas de moda de las revistas internacionales. Ese tipo de investigación de moda tiene su lugar en la vida científica, pero su importancia debe ser menor, pues debe priorizarse aquella que responde a las grandes necesidades de las mayorías, con todo lo ambiguo que esta caracterización pueda resultar.

 

 

La educacion y los cambios sociales, o ¿Quien hace la historia?

 

Si la educación no sirve para cambiar las condiciones objetivas, afirma uno de los comentaristas, para qué habría de servir. Creo que la educación no sirve para modificar las condiciones objetivas, la realidad social, sirve para ayudar a los individuos a tener conocimientos, saberes y conciencia sobre la realidad social y a partir de allí poder cambiarla, si lo desean y lo pueden lograr. La historia es un resultado azaroso de multiples determinaciones, pero una de ellas es la voluntad y organización de los individuos, de los que quieren que cambie y los que desean que permanezca. La educación es una forma de intervención de las ideas y la mente sobre la realidad. No es el único factor, pues existe la resistencia de la tradición y del poder, pero es un elemento en la constitución de los contrapoderes o de los cambios en el poder. De nuestra modesta experiencia pensamos que si es posible que las personas y las relaciones sociales cambien, pero no es fácil, las personas pueden no desear cambiar, o desearlo pero no emprender acciones para lograrlo, o emprenderlas y fracasar por fallas propias o por salir derrotadas en la lucha con los poderes constituídos. Pero así es la historia, y hay que volverlo a intentar o ¿Hay algún otro camino democrático y libertario?

 

 

La etica de la esperanza

 

La educación para la participación comunitaria no pretende ser una misión salvadora, la he pensado siempre como algo más modesto, como una contribución, un paso más en un largo camino. Tampoco se trata de rebaños ni de pastores, se trata de compartir el destino. Todos estamos dentro del mismo barco. Pero no todos somos iguales, (unos somos más iguales que otros, diría el escritor inglés), pero el barco sí es el mismo. Por eso es que algunos pueden y deben tomar el rol de propiciadores o estimuladores. La situacíón de América Latina se vuelve cada día de mayor segregación social y se ha ido constituyendo una suerte de apartheid social, donde los privilegiados creen que están aislados y separados, pero no es verdad, todos estamos en el mismo barco. Por ello estas faenas no son una ingenuidad, son la voluntad de forjar un futuro y un destino común y mejor. Es compartir el corazón y las esperanzas.

En las paredes de México o de Lima, pueden leerse de modos distintos unos graffitti que expresan un sentimiento y una necesidad que compartimos: ¡Basta de realidades! ¡Queremos ilusiones! ... Ese es el clamor de nuestra América.

 

 

ALBORNOZ, O., 1992. Sociology and the Third World Perspective. New Delhi: Wiley Eastern Limited.

BOURDIEU, P. & PASSERON, J., 1970. La Reproduction. Eléments pour une Théorie du Système D'enseignement. Paris: Les Editions de Minuit.

BOURDIEU, P. & PASSERON, J., 1971. Les Héritiers. Les Étudiants et la Culture. Paris: Les Editions de Minuit.

CHAUI, M., 1986. Conformismo e Resistência. São Paulo: Editora Brasiliense.

FREIRE, P., 1969a. ¿Extensión o Comunicación? Santiago: Icira.

FREIRE, P., 1969b. La Educación como Práctica de la Libertad. Montivideo: Terra Nueva.

FREIRE, P., 1970a. La Concientización. Caracas: Instituto Agrario Nacional.

FREIRE, P., 1970b. Pedagogia del Oprimido. Montivideo: Terra Nueva.

HABERMAS, J., 1976. Connaissance et Intéret. Paris: Editions Gallimard.

JONES, S. R. G., 1984. The Economics of Conformism. Oxford: Basil Blackwell.

MEMMI, A., 1968. L'Homme Dominé. Paris: Petite Bibliothèque Payot.

POPPER, K. R., 1972. Conjectures and Refutation: The Growth of Cientific Knowledge. London: Routledge and Kegan Paul.

SELIGMAN, M., 1975. Helplessness. On Depression, Development, and Death. San Francisco: Freeman.

Escola Nacional de Saúde Pública Sergio Arouca, Fundação Oswaldo Cruz Rio de Janeiro - RJ - Brazil
E-mail: cadernos@ensp.fiocruz.br