El David Sanders que yo conocí

The David Sanders that I met

Román Rafael Vega-Romero Acerca del autor

CONOCÍ A DAVID SANDERS EN EL 11º CONGRESO MUNDIAL DE SALUD PÚBLICA y 8º Congreso Brasilero de Salud Colectiva que se realizó en 2006 en Rio de Janeiro, Brasil. Lo oí intervenir, como siempre lo hizo, con espíritu crítico, extenso conocimiento y recia personalidad en una de las sesiones, despertando en mi curiosidad por sus planteamientos avanzados sobre la Atención Primaria en Salud (APS), el impacto negativo en resultados en salud y desigualdad social de la mercantilización y privatización de la salud por las políticas neoliberales impulsadas en las reformas sectoriales de salud y en la salud pública por muchos gobiernos del período en distintos países de varios continentes.

El mismo día de su intervención nos cruzamos en el camino al restaurante donde tomaríamos el almuerzo en la misma mesa. Con la inquietud de un investigador que incursiona en este campo, le pregunté sobre su trabajo en Atención Primaria en Salud Integral (APSI) y le conté sobre nuestra experiencia en Colombia, específicamente en Bogotá, con el programa Salud a su Hogar que, como secretario de salud de la ciudad durante una alcaldía progresista, había impulsado con otros colegas defensores de la salud colectiva y del derecho a la salud en el contexto de uno de los sistemas de salud más neoliberales del mundo11 Vega-Romero R, Hernández TJ, Mosquera MPA. Una explicación desde el contexto y contenido de las políticas de salud al modelo híbrido y segmentado de atención primaria en salud en Bogotá. Saúde debate. 2012; 36(94):392-401..

Le llamó la atención nuestro compromiso con la APSI y el contexto en el que la implementábamos, por lo que me invitó a participar de la construcción de un proyecto de investigación multicéntrico impulsado por el Movimiento para la Salud de los Pueblos (MSP) con la pretensión de conseguir recursos globales y nacionales mediante concurso que permitieran convocar a un grupo de investigadores jóvenes y practicantes de la APS para fortalecer capacidades de investigación revisando las experiencias de diversos casos en Asia, África, América Latina, Australia, Europa y Norte-América.

Configuramos un proyecto de investigación en Bogotá que se hizo parte del proyecto global. Buscábamos contribuir a la revitalización de la Salud para Todos a través de la APS. Unos años después emprendimos una experiencia similar sobre cómo la sociedad civil contribuye al logro de la Salud para Todos. De ese tamaño eran los sueños de David, tan grandes como el mundo mismo.

A través de estas investigaciones comenzó un recorrido fructífero de intercambios intelectuales, trabajo de investigación, entrenamiento de investigadores, socialización de las investigaciones, complicidad en la lucha por la salud, y de conocimiento y reconocimiento con otros colegas como Francois Barten, Ronald Labonté, Eduardo Espinosa, Mario Rovere, Amit Sengupta, Frances Baum, Nicky Schay, David Legge, Ligia Giovanella, Camila Giugliani, entre otros.

Descubrí en los debates el alcance progresivo y liberador de su pensamiento y sus capacidades como investigador y pedagogo no sólo en APS sino en otros campos de la salud pública y del mundo social. La APS para él no era un simple programa biomédico sino una filosofía de la salud, una estrategia integral orientada a reducir las enfermedades, prevenirlas, incidir en las discapacidades y promover la salud, en respuesta a las necesidades de las personas, las familias y las comunidades. En concordancia con la tradición de Alma-Ata, de la cual era un defensor virtuosísimo, para David la APS debía hacer énfasis en la transformación de las condiciones sociales de existencia de los seres humanos, en la protección de la naturaleza y en el reconocimiento del papel protagónico de las comunidades en tal desempeño, por sí mismas y en exigencia del cumplimiento de las obligaciones del Estado con respecto al derecho a la salud. Para que esa perspectiva fuese posible había que combatir sin desfallecer el contenido contrario a estos fines de las políticas neoliberales de salud.

Me sorprendió de él cómo, en muchos de los eventos académicos en que participábamos, hacía un gran énfasis en rescatar los aportes de los trabajadores comunitarios de salud y del personal de salud generalista en los logros de la salud de sus comunidades, en el reconocimiento y protección de sus saberes y prácticas ancestrales y en la participación comunitaria como práctica de autonomía y autogestión.

Como investigador y como pedagogo crítico David no tenía miramientos en movilizarse desde su amada Sur África hasta cualquier confín del mundo en función de su misión por la salud, combatir las injusticias y llevar al nivel del conocimiento científico las percepciones comunes de la gente sobre sus vivencias en el mundo. Así compartió eventos académicos, en varias ocasiones, en Colombia, El Salvador, Brasil, Argentina y otros países. No era un hombre de enclaustramientos escolásticos sino de trabajo de campo de cara a las comunidades.

Recuerdo la historia de nuestra visita a Guarjila, el enclave rural de autonomía, autogestión, lucha liberadora y solidaridad donde campesinos salvadoreños refugiados en Honduras, de regreso a su tierra aún en medio de la guerra y la persecución, construyeron una de las experiencias más paradigmáticas de resistencia civil y trabajo comunitario en salud que llevó a la refundación de la APSI en el Salvador durante el período de los gobiernos progresistas del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional22 Dubón AMA, Menjívar LD, Espinoza FE, et al. Construcción del sistema comunitario de salud de Guarjila: sistematización de una experiencia de Atención Primaria de Salud Integral en El Salvador durante el período 1987-2007. Saúde debate. 2012; 36(94):414-420.. Allí admiramos la iniciativa comunitaria en atención en salud, agua potable, educación, vivienda, comunicación, rehabilitación basada en comunidad. También el aporte de brigadas internacionalistas, una de las cuales encabezada por otra grande de la lucha por la salud como fue Christa Baatz.

David no era un hombre que se moviera solamente en el campo de la ciencia relacionada con la atención Primaria en Salud y la salud pública, donde hizo grandes aportes y promovió la fundación de la Escuela de Salud Pública de la antigua universidad de negros de Western Cape en Ciudad del Cabo. Su personalidad atrayente y carismática, muy querida en los espacios que contribuyó a fundar, trascendía el mundo académico y se proyectaba a otros de la vida social y política que lo llevaron a convertirse en uno de los activistas más interesantes en la lucha contra el apartheid y la democracia en Sur África y Zimbabue; este último su país de origen de donde debió salir al exilio, y a interesarse y tomar parte de movilizaciones sociales por la defensa de la paz y de los derechos sociales como en Colombia. En este país, mientras nos visitaba en Bogotá en el 4º Congreso Internacional de Sistemas de Salud y 4º Conferencia Nacional de Salud Pública: Salud para la Paz, em 2016, no dudó en involucrarse en la movilización callejera junto al pueblo en defensa de los Acuerdos de Paz entre las Farc-EP y el Estado. Este ánimo, sabiduría y compromiso le llevó a ser una de las figuras preclaras e indispensables del Movimiento para la Salud de los Pueblos, del cual fue cofundador en Savar, Bangladesh, en el año 2000, junto a ese otro grande también recién ido, Amit Sengupta.

Participé en dos de las asambleas mundiales del MSP, de las cuales fue uno de sus impulsadores más comprometidos. En la última asamblea en Bangladesh, en 2018, David fue no sólo una de las figuras clave de su organización académica, como lo fue en las previas, sino una de las personas que desplegó más iniciativas para confrontar el afán autoritario del régimen del país, que pretendía impedir la realización de la Asamblea, o al menos reducir su trascendencia, frenando el ingreso de varias delegaciones. Su rostro de alegría por cada delegado arrancado a la represión en el aeropuerto denotaba el valor humano y el compromiso del hombre construido en la solidaridad de la lucha.

En salud pública, en APS y en la lucha por la liberación de nuestros pueblos del sur global, David Sanders seguirá siendo un faro que ilumina el camino de ésta y próximas generaciones. Qué grande has sido David Sanders. Has muerto pescando, como te gustaba, y a fe que siempre pescaste más allá de los lagos y ríos atrayendo con tu condición de ser sentí pensante no sólo peces sino también a muchos de nosotros a tus filas de luchador. Tú legado estará inscrito en las páginas inmortales de la historia de la salud y de la vida. El Movimiento para la Salud de los Pueblos - Latino América (MSP-LA) no bajará tus banderas, las ondeará con fuerza en las montañas, valles, sabanas, selvas, mares, caminos y calles de nuestro continente acompañado de nuestros pueblos.

Referencias

  • 1
    Vega-Romero R, Hernández TJ, Mosquera MPA. Una explicación desde el contexto y contenido de las políticas de salud al modelo híbrido y segmentado de atención primaria en salud en Bogotá. Saúde debate. 2012; 36(94):392-401.
  • 2
    Dubón AMA, Menjívar LD, Espinoza FE, et al. Construcción del sistema comunitario de salud de Guarjila: sistematización de una experiencia de Atención Primaria de Salud Integral en El Salvador durante el período 1987-2007. Saúde debate. 2012; 36(94):414-420.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    17 Ago 2020
  • Fecha del número
    Ene 2020
Centro Brasileiro de Estudos de Saúde RJ - Brazil
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