DEBATE DEBATE

 

Fernando Lolas Stepke

Universidad de Chile, Santiago, Chile


Debate sobre el articulo de Briceño-León

Debate on the paper by Briceño-León

 

 

Las motivaciones aparentes del comportamiento no siempre están reelacionadas con las consecuencias de éste. Asi, por ejemplo, las conductas "higiénicas" pueden estar más relacionadas con la "etiqueta" social de una comunidad que con la preservación de la salud. Un cambio conductual beneficioso para este último fin, si no considera la motivación de las personas en forma amplia, no será exitoso; o no lo será en los términos de sus proponentes.

Los comportamientos suelen estar determinados por múltiples influencias. Una misma conducta puede integrarse a numerosos "sistemas funcionales" y servir, en cada uno de ellos, a distintos fines. Un pingüino que aletea en el confin de su territorio puede estar "alejando intrusos","espaciando la tribu", "desplegando agressión" o "protegiendo a los suyos".

Aunque se podría objetar la "antropomorfización" del vocabulario, ninguna de estas aseveraciones descriptivas explica nada. Todas podrían ser, a la vez, correctas e incorrectas, útiles e inútiles. En la vida corriente, sorprende la simpleza con que son considerados los datos de las ciencias del comportamiento. Existe la implícita esperanza de que esse abstracto entre, el "ser humano", se comportará de acuerdo a un racional y ponderado balance de alternativas y disyuntivas. Las motivaciones individuales no siempre conducen a los comportamientos más acordes con el bienestar colectivo no sus principios son necesariamente extrapolables al comportamiento grupal. A veces la norma jurídica o la legislación no toma suficientemente en cuenta este hecho.

Asistimos en la actualidad a encendidos debates en los cuales la argumentación se concentra en aspectos adjetivos. Especialmente en lo relativo a la "educación para la salud", los expertos parecen haber olvidado que los mensajes son eficaces no por sus emisores sino por sus destinatarios. Es, finalmente, el comportamiento de éstos el que cuenta.

Para "desenmascarar lo real" - una de las metas de la investigación de la conducta - es menester tomar en cuenta la multideterminación del comportamiento. Sorprende que una trivial afirmación no encuentre triviales aplicaciones. Puede ser muy valioso recomendar ciertas medidas, y la mayoría de las personas estarían de acuerdo en estrictos controles... siempre que, individualmente, no les afectaran. Puede recomendarse a la población adoptar medidas preventivas y paliativas muy acertadas en resguardo de su salud, cuya eficacia se verá radicalmente neutralizada al implementarlas sin convicción.

El recurso a la "educación", frecuente en el ámbito de la salud, suele confundirse con la implantación del punto de vista del esperto, que a menudo no considera las motivaciones y necesidades de los no expertos y puede terminar siendo autoritaria, sin legitimidad.

Semejantes condideraciones podrían hacerse sobre otros problemas y dilemas. Por ejemplo, entender la agressión, el divorcio o los comportamientos sexuales no debiera simplemente consistir en repetir dogmas, vocear deseos o imponer dicterios. Entender el comportamiento es interpretarlo en un tejido de críticas ficciones, como son siempre las ideas de la ciencia. Lo que quiere decir: explorar más alternativas que las aparentes.

Las tesis de Briceño-León sobre educación sanitaria concuerdan con nuestros puntos de vista y merecen un amplio examen.

Especialmente relevante resultan sus sugerencias en una época que los discursos "técnicos" se masifican y en que, por consiguiente, el sentido y el fin de la educación sufren transformaciones.

Escola Nacional de Saúde Pública Sergio Arouca, Fundação Oswaldo Cruz Rio de Janeiro - RJ - Brazil
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