Contra la cultura del corta y pega

Marilia Sá Carvalho Claudia Travassos Cláudia Medina Coeli

La revolución en la tecnología de la información, especialmente con el advenimiento de Internet, influenció de forma significativa en comportamientos y procesos de comunicación sociales. Los términos cultura “read only” (RO –solamente de lectura) y “read/write” (RW –lectura y escritura) fueron acuñados por Lawrence Lessig (Remix: Making Art and Commerce Thrive in the Hybrid Economy. Penguin Books; 2009) para caracterizar los profundos cambios que se produjeron en la forma de producción y consumo de productos culturales. El hábito de reproducir pasivamente músicas y vídeos creados por terceros (la denominada cultura RO), se ha ido sustituyendo por una postura más activa por parte de los consumidores que, empleando softwares de edición de uso doméstico, pasaron a producir obras derivativas (“mashups”), editando, combinando y transformando contenidos almacenados en internet para la creación de nuevos productos (la mencionada cultura RW). Una de las marcas de esa nueva forma de producir y consumir cultura es su carácter colaborativo.

El carácter colaborativo es también una marca importante de actividad científica. La célebre cita atribuida a Isaac Newton: “Si consigo ver más lejos es porque he conseguido auparme a hombros de gigante” traduce la importancia que la producción colectiva del conocimiento tiene para el avance de la ciencia. Es en el formato RW donde se consume y produce ciencia. Las nuevas tecnologías de la información facilitaron el almacenamiento de contenidos y la conectividad entre investigadores, creando un ambiente favorable para el desarrollo de la cultura RW. Ese avance, no obstante, también ha facilitado el plagio y la publicación redundante (“auto-plagio”), haciendo crecer en el medio académico una indeseable cultura del Cut & Paste (corta y pega).

Un estudio reciente evidenció un aumento en la retractación de artículos, motivada por el plagio, en publicaciones del área biomédica y biológica (Fang FC et al. Misconduct accounts for the majority of retracted scientific publications. Proc Natl Acad Sci U S A 2012; 109:17028-33). A pesar de que el número de denuncias de plagio o publicación redundante en CSP sea todavía muy pequeño en términos absolutos, también percibimos una tendencia de crecimiento, lo que nos motivó a revisar nuestra política editorial. Además de buscar una mayor adecuación a las directrices producidas por el COPE (Committee on Publication Ethics), incluyendo, entre otras iniciativas, el proceso -ahora en curso- de convertirnos en miembros de esa organización; estamos en fase de implantación de la verificación automática de copia en todos los artículos remitidos a CSP. A veces la detección (y usamos aquí a propósito esta palabra, pensando en el propio trabajo de los detectives) por software no es suficiente. Los cambios en algunas palabras, por ejemplo, o la fusión de párrafos copiados de más de una fuente, dependen del ojo humano, capaz de identificar semejanzas más sutiles, que entonces llaman la atención de los jefes de redacción.

Una vez establecido que existió plagio, seguiremos los diagramas de flujo del COPE, que proporciona las líneas generales para la publicación redundante (http://publicationethics.org/files/u7140/redundant%20publication%20A.pdf) y plagio (http://publicationethics.org/files/u7140/plagiarism%20A.pdf).

Estos cambios buscan reforzar nuestro compromiso para garantizar la integridad de los contenidos publicados en CSP, que, de esta forma, continuará cumpliendo su misión de ser un vehículo para la diseminación de ideas relevantes, originales y creativas.

Marilia Sá Carvalho
Claudia Travassos
Cláudia Medina Coeli
Editors

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Mayo 2014
Escola Nacional de Saúde Pública Sergio Arouca, Fundação Oswaldo Cruz Rio de Janeiro - RJ - Brazil
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